Emory triunfa en el Concurso Nacional de Casos sobre Diversidad – Relato del viaje
Algunos viajes empiezan con un despegue suave. ¿El nuestro? No tanto.
Un pinchazo estuvo a punto de hacernos perder el vuelo y, una vez en el aire, se produjo una emergencia médica sin médicos a bordo. Afortunadamente, nuestro compañero Jacob Katz, paramédico titulado, intervino para salvar una vida. Cuando aterrizamos en Indianápolis, recibidos por temperaturas de -5 grados y un grueso manto de nieve, una cosa estaba clara: éste iba a ser un fin de semana para recordar.
Este año fue la primera vez que Emory competía en el Concurso Nacional de Casos sobre Diversidad (NDCC), el mayor concurso de casos sobre diversidad de Estados Unidos, organizado por la Escuela de Negocios Kelley de la Universidad de Indiana. Con más de 35 universidades de primer nivel representadas, cada equipo ya había demostrado su valía en sus instituciones de origen para ganarse un puesto en el escenario nacional. El NDCC se sitúa en la intersección de los negocios y la diversidad, desafiando a los participantes a abordar cuestiones del mundo real a través de una lente inclusiva.
El reto: salvar la brecha contable
Patrocinado por Grant Thornton, el caso de este año se centró en atraer a estudiantes de secundaria de primera generación y de minorías subrepresentadas hacia la contabilidad y orientarles hacia carreras en este campo. A nuestro equipo -Emma Adams 27BBA, Jacob Katz y yo (Aziz Hajji 25BBA)- le atrajo enseguida la complejidad del reto, especialmente en el clima actual, en el que las iniciativas de diversidad se enfrentan a una resistencia cada vez mayor, y muchos programas luchan con caminos poco claros hacia el éxito.
Nuestro planteamiento era sencillo: primero aprender, luego elaborar estrategias.
Para comprender realmente el problema, buscamos la opinión de contables senior, reclutadores de diversidad, profesores de instituto y estudiantes. Una de las conversaciones más impactantes que mantuvimos fue con la Dra. Carol Henderson, Jefa de Diversidad de Emory, que compartió su experiencia en el diseño y la aplicación de programas de diversidad de éxito. También obtuvimos valiosos puntos de vista de Durran Dunn, socio de Bennett Thrasher, atleta estadounidense campeón del mundo de atletismo y líder de la Asociación Nacional de Contables Negros.
Además, mantuvimos conversaciones con los responsables de contratación de Grant Thornton en materia de diversidad -gracias especialmente a Zach Balian- y con Florence Holland, antigua responsable de iniciativas de canalización en el AICPA, para aprender de los éxitos y fracasos del pasado.
Armados con esta investigación, decidimos dar la vuelta a la narrativa: en lugar de centrarnos únicamente en llevar a los estudiantes infrarrepresentados a la contabilidad, nos propusimos llevar la contabilidad a ellos, reconociendo las barreras a la exposición y diseñando un plan de implementación práctico y escalable.
Días de Competición: Una prueba de estrategia y nervios
Tras instalarnos en nuestro hotel, tuvimos la oportunidad de conectar con equipos de todo el país y asistir a un panel de networking en el que participaron ejecutivos de EY, Grant Thornton, AbbVie, GE y Nucor. Estos debates ampliaron nuestra perspectiva sobre la dinámica y los retos empresariales en diferentes sectores y, por supuesto, la tarde de nuestro primer día concluyó con una ronda final para afinar nuestro discurso.
La competición comenzó a la mañana siguiente y consistió en dos rondas. En la primera, los equipos se dividieron en grupos de cinco, cada uno compitiendo por un puesto en la ronda final. Presentándonos ante altos ejecutivos de Grant Thornton y otros patrocinadores, conseguimos el primer puesto en nuestra categoría, derrotando al equipo anfitrión de IU.
Con la posibilidad de ganar el campeonato, la presión era máxima. Como capitana del equipo, mi trabajo consistía en mantenernos alerta y con energía antes de subir al escenario final. Nuestro equipo tenía que exponer ante un público de más de 100 personas en un enorme anfiteatro. Durante 15 minutos, expusimos nuestra solución, seguida de una sesión de preguntas y respuestas de 10 minutos con un panel de jueces de alto nivel.
Una hora más tarde, en la ceremonia de entrega de premios, fuimos coronados campeones de este año, ocupando el primer puesto de la nación. Subir al podio para recoger nuestro trofeo y el cheque de 8.000 dólares fue un momento surrealista, que hizo que cada sesión de preparación nocturna y cada giro estratégico merecieran la pena.
¿Qué nos diferencia?
Reflexionando sobre nuestro éxito, tres factores clave hicieron que nuestro equipo destacara:
1. Hicimos nuestros deberes y mucho más – Nuestra minuciosa investigación nos permitió adquirir una mejor comprensión del problema. Hablamos con expertos, recopilamos datos reales y construimos una estrategia sólida como una roca.
2. Éramos un equipo de verdad: formé este equipo no sólo con el objetivo de ganar, sino para asegurarme de que disfrutaríamos de la experiencia. Esa química dio lugar a risas interminables y realmente marcó la diferencia.
3. Pensamos de forma diferente – En lugar de adoptar el enfoque convencional, desafiamos el statu quo, captando la atención de los jueces con una solución fresca y sobresaliente.
Una victoria especial para mí
Más allá de la competición, el fin de semana tuvo un significado personal adicional. Mi hermano gemelo, Fares Hajji, estudiante de tercer año en Kelley, estaba allí para animarnos. Ganar en su tierra me dio derecho a presumir durante un tiempo.
Por supuesto, ninguna celebración del campeonato estaría completa sin una visita al emblemático Upstairs Pub de IU, donde nos reunimos con compañeros competidores, jueces y nuevos amigos para una merecida noche de diversión.
Un enorme agradecimiento a Shruti, cuyo apoyo nos dio la oportunidad de conseguir esta victoria. Ha sido algo más que una competición: ha sido un testimonio del poder de la preparación, el trabajo en equipo y las ideas audaces.
Gracias también a la Universidad de Indiana y a la Escuela de Negocios Kelley por acoger el acto y por su excelente organización.
Por más retos, más victorias y más experiencias inolvidables.
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